DIARIO DE LA AVENTURA.

Preparando el viaje.

Todo comenzó un año antes de hacer las maletas. Habíamos comentado varias veces la posibilidad de ir hasta Islandia, también sabíamos que mucha gente se decidía por dar la vuelta a la isla en bicicleta, así que nos pusimos manos a la obra para ver la viabilidad de dicha aventura.

Una pequeña vista a una página de 3 ciclistas que lo habían hecho, nos bastó para decidirnos a comprar los billetes.

Ahora solo nos quedaba preparar todo lo demás.

Puesto que nunca habíamos hecho nada similar, sumado a que hacía años que no cogíamos la bici, ni teniamos ningun tipo de material y conocimiento alguno sobre que llevar, hicimos una página, donde ibamos apuntando todo lo que encontrabamos por ahí y nos parecía útil, así como una especie de ruta, con los lugares por donde podíamos pasar y acampar.

La ruta definitiva con paradas y demás la íbamos decidiendo sobre la marcha, es decir cada noche hablábamos sobre lo que hacer al dia siguiente. Éste fue nuestro recorrido, que hicimos en sentido antihorario.
Guillo hizo un mapa con ruta y fotos que se puede ver en la siguiente dirección : http://maps.google.com/maps/ms?ie=UTF8&hl=en&msa=0&msid=114812670835711278717.00045512e05dc221225eb&z=9

Aquí está un enlace a la web que hicimos como preparativo. En ella se pueden ver listas muy interesantes para alguien que desee hacer una escapada similar a ésta, aunque hay alguna broma que en su dia se puso por hacer la comedia, facilmente apreciable. Ejemplo: en material de camping, motosierra...

http://islandia.backpackit.com/pub/1492577

Sobre la puesta a punto, en cuanto al aspecto físico se refiere, la dejamos para el último mes, el cual quedamos 4 o 5 tardes para pedalear un poco y quitar el óxido de las articulaciones. Con eso creiamos que sería de sobra, ir preparados como para correr el Tour haría que perdiese mucho el viaje como aventura.



DIA 1: (Gijón-Barcelona)


Fueron 6 los zorros que comenzaron la aventura al desconocido terreno conocido como Islandia


Michi (el previsor), Adro (el encargado de todo, que al final no se encargó de nada), Barata (el del fisio), Dani (el del tiempo de sobra), Cuervo (el del saco) y Guillo (el de que se lo llevan todo).

Llegada a la estación de cercanias de Gijón el Jueves 17 de Julio de 2008.

Adro va con la caja de la bicicleta y le pregunta al taquillero:

-"¿Esta caja irá bien dentro de la litera?"

A lo que el revisor contesta:

-"¡Uf, con eso vais a ir jodidos!"

Todo marcha según lo previsto.

Vamos llegando todos a la estación, todos menos Guillo, aunque sus bultos si que llegan. También aparece Hidro, que tuvo que venir a despedirnos y traernos de paso una tienda de campaña y un saco de dormir, que nos faltaba a tan solo 2 horas de coger el tren, muestra del cachondeo general con que nos tomamos el viaje, aprovechamos la ocasión para darle las gracias. Metemos como podemos las cajas con las bicis debajo de las literas y nos vamos a la cafetería del "Estrella" a tomarnos unas cervezas para que se nos haga un poco mas corto el trayecto, antes de intentar dormir un poco.
DIA 2: (Barcelona-Keflavik-Reykjavik)


8 de la mañana, llegada a Barcelona, tras haber dormido muy poco debido al ruido y movimiento que se trae el tren, bajamos todo y mientras unos van sacando los billetes para el nuevo tren que nos llevaría al aeropuerto, otros nos vamos por la ciudad en busca de una tienda de bicis, ya que se nos habían olvidado las cubiertas de recambio, por lo que pudiera pasar.

El nuevo tren que debíamos coger, tenia una breve parada en la estación, y en ese tiempo, nosotros deberíamos de meter 5 pedazo de cajas de bicis, mas maletas, tiendas, sacos y demas bolsas que llevábamos, así que el espectáculo que montamos a la hora de subir fue de escándalo, sumado a que tomamos medio vagón de tren nosotros solos.

Ya en el aeropuerto, nos encontramos con Guillo, que había venido en avión desde Madrid.

Facturamos todo el equipaje, sin tener que pagar sobrepeso por las bicis, una grata noticia, ya que lo excedíamos con creces.

Por fin llegamos a Keflavik, avisa el piloto que nos debemos abrigar, pues fuera había 13ºC y el contraste con el calor de Barcelona era considerable.

No obstante hacía sol, y no había nubes, por lo que la llegada al pais del hielo no pudo ser mejor.

Llega todo el equipaje, y con él nos metemos en un bus que nos llevará unos 45Km hasta la capital Reykjavik, dejándonos en la misma puerta del camping.

Tal era nuestra gana de coger la bici, que nos pusimos a montarlas lo primero, ocupando un parque al lado del camping, siendo la atracción de todo el que por allí pasaba, incluso hubo alguno que se hizo fotos con nosotros.

Una vez montadas las bicis, les dejamos las cajas a los del camping, para que las pudieran utilizar otros si es que las necesitaban, o incluso nosotros a la vuelta. Instalamos las tiendas, ducha rápida, y como no, nos bajamos hasta la ciudad a tomarnos unas cervezas, hay que recordar que era viernes y había ambientillo por las calles.



DIA 3: (Reykjavik-Hella) 99km


Diré como nota que los km que ponga en los títulos, son los pedaleados, muchos dias no coincidirán con los recorridos, sino que serán bastante menos, ya que para poder dar la vuelta entera a tiempo, necesitamos coger autobuses.

Amanece el sábado, soleado y con poco viento, muy apropiado para nuestras primeras pedaladas por Islandia.

Lo primero de todo abastecerse de lo necesario. Una pieza para la bici de Guillo, un bañador para Cuervo y comida para todos.

Empezamos a rodar por carriles bici de la ciudad hasta lograr salir de ésta, lo cual no nos fue del todo sencillo. Una vez en la Nacional 1, popularmente conocida como Ring Road no había mucha pérdida. Disfrutamos del volcánico paisaje y nos hacemos unas fotillas por ahí.

Llega la hora de comer y comienzan los primeros debates. Michi se enfada y tenemos que comer en una zona en la que soplaba un viento huracanado. Tocaba decidir qué hacer, estábamos en Selfoss, llevábamos 58 km y la duda era quedarnos ahí o seguir hasta Hella. Finalmente decidimos seguir, con la suerte que tuvimos viento a favor y rápidamente recorrimos los kilómetros que nos faltaban.

Una vez en Hella toca echarnos After Sun, ya que nos quemamos de lo lindo, el sol nos pegó todo el dia por el mismo lado y el lamentable resultado saltaba a la vista.



DIA 4: (Hella-Vik) 106km


Los primeros rayos de sol del Domingo nos hacen despertar. Hora de comenzar una nueva etapa. De nuevo abastecimiento de provisiones, comprobación de presión de neumáticos en gasolinera, cosa que haríamos todos los dias al comenzar, y en camino.

Empezamos a darnos cuenta de que el aire sopla en dirección contraria, por lo cual no podremos rodar ni de lejos a la velocidad del dia anterior, así que decidimos ponernos uno detrás de otro a hacer relevos, en plan contrarreloj por equipos, para ir avanzando algo.

Hacemos la primera parada del dia, ante la primera cascada que vemos en Islandia, Seljalandsfoss. Mas adelante volveríamos a parar para comer en una cueva que encontramos de camino, en la cual refugiarnos del fuerte viento, que estaba haciendo mucho daño ya.

Tras reponer fuerzas, seguimos el camino, y al poco nos encontramos con nuestro objetivo cultural del dia, la cascada de Skogafoss.

Ahí estuvimos bastante tiempo, haciendo diversas fotos, tanto desde abajo como desde arriba, para lo que había que subir una interminable escalera.
Con poca gana, pues sabíamos lo que ibamos a encontrarnos, retomamos la marcha. Fuerte viento en contra.

Pasamos al lado del 4º glaciar en tamaño de Islandia, y Michi propone salir de la Nacional 1 y recorrer 4km para verlo, allá nos vamos, por una carretera de grava y numerosos baches, a la que rodábamos a 8km/h, hasta que a Guillo, que ya iba un poco tocado, se le rompen los enganches de las alforjas.

Primera incidencia en carretera, se las enganchamos como podemos y seguimos, pero el tiempo empieza a ponerse malo y el terreno a subir, por lo que decidimos parar y dar la vuelta. Primer fracaso de la expedición.

Continuamos la marcha, empieza a llover fuerte y el viento sigue soplando fuerte y en contra, lo cual sería una constante hasta el final de la etapa.

Totalmente empapados y rotos por el esfuerzo, decidimos parar en un hotel a 9km de Vik. Tremenda cuesta de barro que había que subir para llegar a él, donde Cuervo se cae 2 veces, clavándose la catalina en la pierna en una de las caidas.

Para colmo en el hotel nos dicen que no tienen plazas libres, pero tanta pena les dimos que nos dijeron que nos podían habilitar un colegio a 2km de allí, en la dirección que veníamos, por lo que tenemos que volver lo andado.

Pero el colegio era lo mejor, pudimos meter las bicis dentro para que estuvieran a techo, tenía duchas con agua caliente, colchones, baños, calefacción, cocina para poder hacer la cena, y todo para nosotros solos. Nos dejaron allí y al dia siguiente ni siquiera vinieron por si nos llevábamos algo, nos dijeron que cerraramos la puerta al marchar y listo. Otro mundo.

Magnífica estancia en la que aprovechamos para lavar toda la ropa y ponerla a secar.



DIA 5: (Vik-Skaftafell) Descanso


Viendo el panorama del dia anterior, que seguia lloviendo y soplando el viento fuerte, decidimos parar un bus en la Ring Road, en frente del colegio e ir en él hasta el Parque Nacional de Skaftafell, haciendo así unos 145km.

Nada más llegar, montamos bicis y tiendas, y nos hicimos una pequeña comida, para empezar a patearnos el parque lo antes posible, ya que estaba lloviendo aunque en poca cantidad, y no queríamos que nos pillara la fuerte lluvia que anunciaban iba a haber. Finalmente no llegaron, pero tampoco cesó de llover levemente las 3 horas que nos pasamos pateando el Parque, por lo que acabamos totalmente empapados.

Lo primero que hicimos fue dirigirnos hacia la zona de las cascadas, donde nos encontramos unas pocas, en las que lógicamente aprovechamos para hacernos unas fotos. Entre ellas se encontraba Svartifoss, una pequeña cascada, pero muy bonita pues tiene unas formas muy particulares.

Tras esto volvemos al camping para coger una nueva ruta que nos llevaría hasta las inmediaciones del glaciar Vatnajökull, el cual debido a la abundante niebla no pudimos contemplar lo bien que nos hubiera gustado, pero aún así resultó impresionante.

Concluida la etapa de senderismo, nos acostamos pronto, y sin cenar debido a la disputa sobre quien debía hacer la cena, seguía lloviendo y por tanto decidimos que lo mejor sería ponerse a dormir para así madrugar al día siguiente y alejarnos de la zona de lluvias lo antes posible.



DIA 6: (Skaftafell-Höfn) 144km


Amaneció el Martes 22 de Julio que no sabía si ponerse a llover o no, así que preparados para una nueva jornada pasada por agua partimos, lluvia que afortunadamente no aparecería.Grata sorpresa cuando nos encontramos con viento a favor, lo que hizo que comenzáramos a comernos kilómetros a gran velocidad.
Rodados más de 60km llegamos a Jökulsarlón, sin duda el lugar más impresionante de cuantos llevábamos vistos. Numerosos icebergs provenientes del Vatnajökull, que llegan a la costa y se deshacen a gran velocidad.

Ahí estuvimos parados bastante tiempo, inmortalizando esos momentos pues el lugar lo merecía, a pesar de que soplaba muchísimo viento. Por ello y porque aún nos parecía pronto, decidimos seguir y comer más adelante, en un buen lugar que encontráramos de camino.

Ese bonito lugar no llegaba, pues no nos encontramos más que una heladería, parece coña, pero no lo es, ni bar, ni restaurante, ni nada, solo una heladería, en la que nos compramos unas barritas y decidimos seguir el camino.

A unos 15km de Höfn, cambiamos la dirección de la marcha y nos encontramos con un fuerte viento en contra, que parecía que no nos dejaba llegar, y es que eran muchos ya los kilómetros que llevábamos esa etapa.
Nos quedamos en el primer camping que te encuentras al llegar a Höfn, en el que seguía soplando el viento, lo que nos hizo estudiar y patear cada esquina de él para ver donde podíamos poner las tiendas. Una buena ducha, cena y a dormir que al día siguiente queríamos madrugar más aún.




DIA 7: (Höfn-Egilsstadir-Seydisfjördur-Egilsstadir) 64km
Buen madrugón el que nos pegamos tras una larga etapa, levantándonos poco después de las 6 de la mañana, pues queríamos coger el bus de las 7:45 que nos llevara a Egilsstadir.
Tras meter, no sé ni cómo, las bicis en el minibús y hacerle esperar un rato al chofer, pues se nos había quedado olvidado en la rama de un árbol del camping un casco, partimos camino de los fiordos. El trayecto precioso, al lado de bonitos acantilados, si fuésemos con más tiempo, sería una etapa bonita de hacer.
Ya en Egilsstadir nos dejan justo en la misma puerta del camping. La tarea diaria de montar bicis y tiendas, comprobar presión de los neumáticos, hacer la compra de la cena y desayuno del día siguiente, y es aquí donde empezamos a coger malas costumbres, pues cuando salen Michi y Cuervo del supermercado, se encuentran con que el resto tuvieron la feliz idea de pillarse unas hamburguesas para comer y como no, hecho el pecado, nos las tomamos acompañadas por unas buenas cervezas.
Eso no hubiera estado del todo mal si nos fuésemos a tomar la tarde libre, pero el empeño de Adro en ver los fiordos, hizo que nos informáramos y decidiéramos acercarnos hasta Seydisfjördur.
Con la comida aún en la garganta, cogemos las bicis, esta vez sin alforjas y emprendemos la marcha, cual sería nuestra sorpresa, al comprobar que para llegar a dicho pueblo hay una subida continua de más de 11km y posterior bajada.
Aunque fuéramos sin alforjas, el puerto se las traía, sin duda el más duro de cuantos subimos en Islandia, pues no tenía un solo descanso.

Una vez arriba, nos tomamos la merienda mientras contemplábamos un precioso paisaje, y es cuando Dani y Guillo deciden darse la vuelta e ir a descansar al camping.

Adro, Michi, Barata y Cuervo, bajamos hasta Seydisfjördur, a mitad de bajada nos paramos a hacerle unas fotos y es que era realmente precioso, la subida había merecido la pena. Ya en el pueblo rodamos un poco por él, que por cierto tenía un olor a marisco que tumbaba, nos paramos a ver una cascada que había allí cerca y de nuevo a subir para volver a Egilsstadir, tras contemplar el famoso ya "Fiordo de Adro".

Ya en el camping y tras cenar consistentemente, a pesar del frío que hacía, nos quedamos bastante rato hablando, pues teníamos que debatir sobre qué ruta seguir a partir de aquí, y es que el tiempo se nos venía encima y no teníamos el suficiente para recorrer todo lo que queríamos.

Una de nuestras mayores dudas era si hacer el desierto en bici o bus, esto nos daría un día de ventaja, pero decidimos hacerlo en bici. Otra gran duda era si acercarnos a Húsavik a ver las ballenas o no, lo que también nos daba otro día en caso de no lo hacer, pero también decidimos hacerlo, con lo cual, dado que no queríamos perdernos nada, no quedaba otra que darle al pedal y al bus a tope.



DIA 8: (Egilsstadir-Grimsstadir-Dettifoss-Grimsstadir-Mývatn) 106km

Bonito día el que amaneció para nosotros en Egilsstadir, no madrugamos pues nos salía el autobús que queríamos coger a las 13:30 de la puerta del camping, así que tranquilamente pasamos la mañana escribiendo postales, entrando un poco en internet para ver cómo iba el Tour de Francia y mandar algún mail a Gijón, largo desayuno con concierto de Michi y su ukelele, hasta que alguien nos avisa de que el bus ya está en la parada.

Comienzan las prisas, rápido a desmontar pedales y ruedas, como de costumbre y meter todo en el maletero. Ya en el viaje, dormimos otro poco, aprovechando los 130km que nos separaban del sitio donde queríamos parar, Grimsstadir.

Cuando el conductor nos avisa de la parada, no dábamos crédito, nos dejaba en medio de ninguna parte, solo una señal y un cruce.


Fue entonces cuando nos acordamos de la bonita mañana de relax que nos habíamos pasado, pues nos encontrábamos sin comida de ningún tipo y sin agua en los botellines, nosotros confiados en que Grimsstadir sería un pequeño pueblo y no había nada.
Pues casi nada nos quedaba. Preparamos las bicis y nos salimos de la Nacional1 para tomar un desvío que nos llevaría hasta la cascada Dettifoss. 33 Km por camino de tierra y piedra, que si no fuera poco, se veía empeorado cada vez que pasaba algún vehículo, que no es que fueran despacio, lo que provocaba una polvareda que te comías si o si.

Una vez allí, disfrutamos de las bonitas cascadas, grandes y caudalosas, aprovechamos para comer alguna barrita que nos quedaba suelta por la mochila y vuelta a recorrer lo andado por tierra.

Pero poco tardamos en parar, pues en medio de una cuesta que hay al lado de la cascada, a Cuervo se le sale un tornillo del portabultos, lo que hace que éste se meta por la rueda rompiendo varios radios y descentrándola un poco.

Nuestra escasa idea en mecánica de bici, no fue impedimento para que Dani y Cuervo se pusieran a utilizar la llave de radios por primera vez en su vida y sin cortarse aprieten y aflojen radios a su antojo. Resultado, rueda totalmente descentrada. Un auténtico 8 de rueda que iba pegando sin parar en los tirantes de la bici, cuando en uno, cuando en otro.

Así llegamos de nuevo a Grimsstadir, donde Dani saca unas latas de ensalada que llevaban desde Gijón en su mochila, para sorpresa y agradecimiento de todos, esa fue nuestra cena y con un par, ya en la Ring Road, seguimos camino hasta Mývatn, no sin antes pararnos cerca de esta localidad en unos ríos de agua caliente, que dadas las horas que eran echaban humo, dando una imagen impresionante.

Ya a las 3 y media de la madrugada llegamos al camping de Mývatn, donde montamos el campamento lo mas silenciosamente que pudimos para no despertar a nadie.




DIA 9: (Mývatn-Akureyri-Húsavik) 96km
En Mývatn no había tienda alguna que pudiera reparar la destrozada rueda averiada el día anterior, así que Adro y Cuervo deciden acercarse hasta Akureyri para solucionar el problema.
Aquí se divide momentáneamente el grupo, pues Dani, Michi, Guillo y Barata se quedan en las inmediaciones del lago, aprovechando la jornada para descansar, pasear algo en bici por los alrededores, y darse un largo y cálido baño en las aguas termales que allí había.

Mientras tanto, una historia bien diferente era la de los “intrépidos balleneros”, pues no contentos con tener que ir en autobús a Akureyri, Adro y Cuervo deciden, tras reparar la bicicleta, pasadas las 8 de la tarde, ponerse a pedalear hasta Húsavik, ya que no había combinación de bus a esas horas, donde poder coger un barco al día siguiente que les llevara a ver los Puffins y las ballenas.
Casi 100 kilómetros les esperaban, que ruedan bastante rápido, hasta que a falta de unos 13 km para llegar, la rueda trasera de la bici de Cuervo, revienta, cubierta y cámara.

El problema no hubiera sido muy grave, si Adro, que se encargaba de ello, no hubiera dejado cubierta y bomba de hinchar, en el lago con el resto del grupo.

No había por tanto más solución que hacer autoestop y esperar que alguien parara, cosa que en Islandia que pasa un coche cada 10 minutos no era muy fácil, y menos a esas horas. Por lo que se decide llamar a la policía a ver qué solución tenía. Una hora después aparece un 4X4 de ésta que lleva a Cuervo, su bici y los bultos de los 2 hasta el camping de Húsavik.

Adro tendría que pedalear solo los kilómetros que faltaban, eso sí, sin carga adicional.

Ya en el camping y tras montar todo, a eso de las 5 de la mañana decidimos ir a tomar una cerveza, ya que eran las fiestas de esta localidad, pero fue imposible, ya que la gente venía de vuelta ya y en condiciones lamentables.

DIA 10: (Mývatn-Godafoss-Akureyri) y (Húsavik-Godafoss-Akureyri) 96km
Se va despertando el grupo del lago, tras una buena jornada de descanso y relax, sin demasiada prisa, ya que tenían hasta las 5 de la tarde para llegar a Godafoss, lugar de encuentro con Adro y Cuervo.
Por ello tras organizarse un poco, van despidiendo el lindo paraje y rodando hacia la nueva unión del grupo, hasta que a Michi se le rompe la cadena. Nuevo momento para aprender algo más sobre mecánica, ya que nunca antes se había utilizado el troncha-cadenas, elemento algo más fácil de manejar que la llave de radios, por lo que pronto se arregla el problema y ya si, se pedalea apaciblemente hasta Godafoss.

Una vez allí y tras ver las bonitas e impresionantes cascadas, aprovechan para comer y echarse una siesta mientras llegan el resto de compañeros que habían vivido una jornada bastante diferente.
En Húsavik amaneció bastante primero el día, pues había intención de coger un barco a primera hora, donde se pudo contemplar una isla llena de Puffins y unas bonitas ballenas, así como degustar una caracola y chocolate con ron, obsequio del capitán.

Ese día eran las fiestas de allí, por lo que estaba todo cerrado y no había manera de comprar una nueva cubierta, no quedaba más remedio que arreglarla con cinta americana y parchearla, para así poder llegar con los demás que tenían los recambios.

Se aprovecha para comer algo, dar una vuelta por el pueblo y disfrutar un poco de la fiesta, pues había mucha más gente de la habitual allí y varias atracciones y espectáculos.

Ya en camino rodamos mucho más rápido de lo esperado y pronto estuvimos de nuevo todo el grupo junto, merienda común, mientras nos contamos aventuras de viaje, reparación de la rueda, y a pedalear sin más problemas hasta Akureyri.

Dura cuesta final para llegar al camping, montar todo y a la ciudad a cenar y tomar un par de cervecitas bien merecidas.



DIA 11: (Akureyri-Varmalio) 113km


Amanecía el domingo y entre desayuno y compras, haríamos más tarde aún la salida.

Rodamos sin mucha novedad todo el camino, muy bonito entre montañas, pasando al lado de un rio durante mucha parte de la etapa.

Ya era bastante tarde cuando decidimos parar a comer en un merendero (una mesa y un par de bancos de madera) que encontramos de camino, y haciendo honor a nuestro lugar de procedencia, tras esto, nos echamos una buena siesta en un prado que había allí al lado.
El resto de la tarde lo pedaleamos cantando unas canciones en honor a nuestros amigos que se habían quedado en Gijón.

Momento cómico cuando nos para un policía local, para decirnos que pedaleáramos en fila de uno, porque los coches tenían problemas para adelantarnos.

Ya os podéis imaginar cuanto problema era, con el nulo tráfico que hay allí, pero más tarde comprobamos que el policía estaba parando a todo coche que se encontraba, así que debía de tener la tarde aburrida.

Llegada a Varmalio, donde nos quedamos en un camping que hay a la entrada, sencillo, pero con una cálida cocina, que venía muy bien, pues la noche estaba bastante fría.



DIA 12: (Varmalio-Algún lugar en medio del desierto) 77km


Nuestra idea en la mañana del lunes, era atravesar la mitad del desierto, y con esas empezamos a rodar, pero a medida que íbamos avanzando, el terreno se ponía más pendiente, menos firme y sobretodo, Guillo rompía más y más.

Fue muy bonito un anochecer que vimos al llegar a una cima del desierto, momento en el que Guillo nos comentó que él iba a parar, así que seguimos un poco, hasta que encontramos el primer albergue.

Como buenos amigos, solidarios, nos quedamos con él, renunciando así a una buena prueba como era cruzar el desierto.

Aprovechamos la estancia, para hacer una lavadora con la ropa y dormir en cama, que hacía mucho no hacíamos.



DIA 13: (Algún lugar en medio del desierto-Gullfoss-Geysir-Pingvellir) 76km


Justo al lado del albergue paramos el bus que cruzaba el desierto, y en él metemos las bicis y alforjas.
Hacemos una parada un poco más tarde, para coger y dejar gente, en la que aprovechamos para bajarnos y ver una bonita fumarola.

Decir que el conductor era un auténtico personaje, que ayudaba a todo el que encontraba averiado por el camino, que no eran pocos. Michi se encargó de amenizar el viaje con su ukelele, para asombro del resto de personas que iban en el bus, que aplaudían cada canción que tocaba.

Nos bajamos en Gullfoss, para contemplar la bonita cascada que formaba numerosos arcoíris a su alrededor. Allí comimos y nos pusimos a rodar los primeros kilómetros del día, que nos llevarían hasta Geysir.

Paraje muy singular, donde te encuentras, pozas de agua caliente, transparente y azul, y el famoso Strokkur, que es un geiser que se encuentra en activo.

Seguimos rodando un poco hasta Laugarvatn, donde paramos para zamparnos una hamburguesa y llenar bien las mochilas de provisiones por lo que pudiera pasar. Allí nos informamos de la ruta que debemos tomar y en marcha.

El camino que nos quedaba hasta Pingvellir era bastante malo, barro, piedra, cuestas y caballos por el medio que esquivar. Ya en el camping tenemos que ducharnos a oscuras, dado que para variar llegamos de madrugada y estaba cerrado y sin luz.



DIA 14: (Pingvellir-Reykjavik) 64km


Bonito día de sol amanece en Pingvellir, que aprovechamos para ir a ver la zona donde se unen las placas tectónicas Euroasiática y Americana, lugar de gran belleza, donde también pudimos disfrutar de una cascada que acababa en una charca, para disfrute de Dani, Guillo y Adro que aprovecharon para remojarse un poco.

Vuelta al camping a recoger las cosas y tomar el camino que nos llevase de nuevo, unos cuantos días después, a Reykjavik.

El tráfico aumentaba a medida que nos íbamos acercando a la capital, por lo que decidimos meternos en un carril bici para nuestra seguridad. Esta decisión aunque nos evitaba el tráfico, nos hacía dar un rodeo muy considerable, y que nos perdiéramos en varias ocasiones, preguntar poco nos ayudó, cruzamos por medio de un campo de golf, hasta llegar a una zona por la que ya habíamos estado unos días atrás, y al fin llegamos al centro de la ciudad.

Nuestra idea era la de continuar hasta Grindavík, pero dado que Cuervo llevaba rota una rueda, esta vez la delantera, y las tiendas ya estaban cerradas, allí todo cierra muy pronto, decidimos quedarnos en el camping y ya al día siguiente continuar nuestro camino.

Esa noche bajamos al centro a tomarnos nuestra última cervecita en Islandia y celebrar nuestra lograda vuelta al país.



DIA 15: (Reykjavik-Keflavík) 78km
Ya que nos encontrábamos en la capital, aprovechamos para tomarnos la mañana de compras por el centro, y hacernos con unos recuerdos del lugar.

Así con las alforjas bien llenas emprendimos nuestra última travesía, que nos llevaría de vuelta al aeropuerto, previo paso por la “Laguna Azul” a darnos un bañito.

El camino de salida de Reykjavik es un infierno para el ciclista, una especie de autopista, con varios carriles para cada sentido, donde hay numerosos vehículos circulando a gran velocidad, por lo que aun yendo por el arcén, se hacía bastante peligroso, pero no nos quedaba más remedio, así que por ahí nos fuimos comiendo los kilómetros hasta llegar al desvío que nos llevaría a la laguna.

Una vez allí dejamos bicis y alforjas a la entrada apoyadas en una pared sin más, para hacer una última comprobación del buen comportamiento islandés, efectivamente cuando salimos todo seguía en su sitio.

El baño, pues lo mejor que nos podía pasar en ese momento, con la cantidad de kilómetros que llevábamos encima, era un perfecto fin de fiesta, para relajarse al máximo.
El último autobús que nos acercaba al aeropuerto era una hora antes del cierre de la laguna, pero nos encontrábamos muy bien allí, así que decidimos seguir disfrutando del bañito y hacer los kilómetros restantes como no, en bicicleta. Guillo no estaba por secundar esta idea, así que optó por salir antes y coger el bus.

Ya fuera, bastante de noche, se rodaba genial, aunque algo tristes pues después de tanto pedalear, éramos conscientes que estábamos haciendo nuestros últimos kilómetros por Islandia.

Nos estaba esperando Guillo todo alegre en nuestra llegada al aeropuerto, de donde nos echaron, pues no se podía estar allí con las bicis.

Tampoco se podía dormir, y dado que nos salía el avión pasadas las 7 de la mañana, no hicimos mucho caso a esto y varias veces tuvo que venir a despertarnos el guardia y llamarnos la atención. En este punto destacar una vez que se acercó a despertar a Adro, el cual estaba totalmente sopa, y al despertarlo se puso a dar voces, patadas y mover los brazos gritando “¿Qué pasó tío? ¿Qué pasó? ¿Qué pasó?” Provocando las carcajadas de toda la gente que ya empezaba a llenar el aeropuerto.



DIA 16: (Keflavík-Barcelona)
Cual sería nuestra sorpresa al comprobar que las bicis podían volver en el avión sin ningún tipo de protección, únicamente girando el manillar, quitando pedales y deshinchando ruedas, alguna ni esto hizo. Con todo el trabajo que nos había costado empaquetarlas en cajas para ir, y los rompederos de cabeza.

Para nosotros esto fue mucho mejor claro está, pues se podían manejar mucho más fácil, que las aparatosas cajas.
Tras un vuelo sin novedades, que nos pasamos durmiendo, llegamos de nuevo a España, bici en mano.

Guillo tenía que coger un vuelo que lo llevara a Madrid, así que comemos con él en el aeropuerto y lo acompañamos hasta que éste salió.

El resto nos fuimos tras esto a la estación de trenes, donde Michi y Adro cogerían uno de vuelta a Gijón.

Dani, que le gusta hacer las cosas más complicadas, aún no tenía billete de vuelta, así que tras varias llamadas logra uno de autobús, como el que ya teníamos Barata y Cuervo, así que los tres juntos nos despedimos de nuestros compañeros y nos dirigimos a la estación de autobuses, donde cogeríamos el último transporte que nos llevara a casa.



DIA 17: (Barcelona-Gijón)
El viaje de vuelta no tuvo mucho misterio, ya que todos nos lo pasamos durmiendo.

En cuanto al transporte de las bicicletas, los que iban en tren tuvieron ciertos problemas. Por su parte a Michi no le dejaban meter la bici conforme la llevaba en el tren, y eso que era el único que llevaba una bolsa especial para el transporte de las bicicletas, cosa que tras varias explicaciones acaban aceptando los revisores, y Adro que iba con la bici en la mano tal cual, pues claramente así no se la dejaban llevar, por lo que cogió unas bolsas de basura y un poco de cinta de embalar, para hacerle un pequeño apaño y para dentro.

Mas fácil lo tuvieron Barata y Cuervo que su conductor de autobús, les dejó meterlas sin más problema que quitar la rueda delantera, el problema aquí vino en Dani, que iba en otro autobús, y este conductor era más quisquilloso, y no le dejaba llevarla sin bolsa homologada, así que hubo que ponerle algo de cinta, y aprovechar un despiste para meterla en el maletero sin que se enterase. Decir que el caos en la estación de autobuses de Barcelona un 1 de Agosto era total.

Ya todos en sus casas contentos por la aventura pasada, y descansando de tanto pedaleo, aprovechamos para agradecer a todos los que de alguna manera hayan colaborado con nosotros, ya sea dejándonos material, montando bicis, dándonos consejos telefónicos o metiéndonos comida en las mochilas. Gracias a todos.

Y por supuesto a los 6 intrépidos viajeros que se recorrieron mas de 1600km por Islandia, de ellos 1119km en bicicleta. ¡¡¡ENHORABUENA!!!



Si quieres contactar con nosotros: luiscuervo310@hotmail.com


También podrás vernos aquí: http://www.islandiatours.es/islandia-enlaces-bloggers.html